¿Por qué durante el año, vienen millones de peregrinos a visitara Nuestra Señora de San Juan de los Lagos?
Sólo por dos motivos:
– Para pedirle un favor.
– Para agradecerlo.
El pueblo la aclama Milagrosa hasta el día de hoy.
En México es el segundo santuario más visitado, y en el mundo católico es uno de los cinco que más reúne devotos durante el año.
COMIENZA SU HISTORIA EN 1542
Sin fecha que lo precise un documento, hacia el año de 1542, ya pasadas las guerras del Mixtón, llegó Nuestra Señora de San Juan, colgada al pecho de Fray Miguel de Bolonia quien entregó al Pueblo de indios de San Juan Bautista, colocándola, luego, en el altar de la Capillita del Hospital. Y, en 1666, será proclamada como la Inmaculada Concepción.
LA PRECIOSA IMAGENCITA
Cuando estuvo en el convento de Zintzuntzan, este Fraile, que será su Padre en la fe, probablemente mandó tallar la imagen al español Matías de la Cerda, quien trabajaba en los talleres del Obispo D. Vasco.
Y Fray Miguel de seguro, ahí, aprendió a establecer la República de Indios de San Juan según la utopia de Hospitales de D. Vasco.
La imagen está hecha de caña de maíz, endurecida con pegamentos vegetales, y bañada con veneno de orquídea para evitar la corrupción de la pasta. Mide 33 centímetros. la edad de Jesucristo y el número de la Santísima Trinidad. Pesa 321 gramos. Y fue tallada para ser una “inmaculada”. La razón de su pequeñez obedecía a quererla presentar en su catequesis, colgada de su pecho, como la Gran Protectora.
SU CAPILLA ERA UN JACALITO
Los muros del jacal fueron levantados con ladrillo de tierra sin cocer y su techo de zacate, a manera de tijera abierta. Fue edificada de 1530 a 1533. En 1634, contaba con dos cuartos al lado. Media 17 metros de largo, por 7 de frente.
Aho estuvo expuesta unos ochenta años, hasta que fue retirada a la sacristía como imagen maltratada. Y fue de nuevo colocada en el altar de aquella capilla en 1623. Los muchos peregrinos que empezaron a visitarla, descubrieron que la tierra del santo jacalito era milagrosa y curativa, así que prácticamente para 1668 desapareció, porque se la comieron sus devotos peregrinos.
EL PORTENTOSO PRIMER MILAGRO
En diciembre, antes de la navidad del año 1623, una familia española de cirqueros tomó descanso, en su viaje a Guadalajara, a la orilla de San Juan Bautista, por donde pasaba el camino real de las Minas de San Luis Potosí, Zacatecas y Guanajuato. Y, a las 9 de la mañana, sucedió que, estando ensayando su número la hija mas pequeña, de las dos que traían, falló en su maroma quedando muerta al caer atravesada por la cama de espadas que sobre el piso la esperaban. Después de hacerle duelo y amortajarla, cuando quisieron enterrarla, fueron a la Capilla buscando sacerdote para que le diera cristiana sepultura. Pero, a quien encontraron fue a la guardia de la Capilla, a la octogenaria anciana Ana Lucía, esposa de Pedro Andrés, dos nobles y piadosos indios. Ella, condoliéndose de su pena les ofreció a esta Imagen que era muy capaz de obrar semejantes cosas. Colocaron cobre la mesa del altar a la niña muerta, y sacaron la dicha imagen de la sacristía, donde estaba, por estar maltratada, la colocó sobre el pecho de la niña amortajada. Y después de orar todos un corto tiempo, comenzó a moverse la niña, volviendo a la vida. Y lo más admirable es que nada le dolía porque sus heridas habían sido sanadas.
LA CAPILLA DEL PRIMER MILAGRO, AMPLIADA
Después del primer milagro se multiplicaron los milagros sin cesar y junto con ellos, el venero de peregrinaciones que visitaban a Nuestra Señora de San Juan, como luego la llamaron. Por este motivo fue que pensaron en construirle un templo más grande que le llamaron, Capilla del Primer Milagro.
En 1634, el Obispo de Guadalajara, D. Leonel Cervantes mandó edificar este templo, pidiendo expresamente que quedara anexada la Capillita, formando un todo con el nuevo templo. Pronto fue levantado ya con muros de piedra, aunque comenzó con techo de jacal por las prisas de poder usarlo; luego siguió con techo artesonado para terminar con bóveda de piedra, tal y como está ahora. Esta fábrica se llevó a cabo de 1641 a 1646, (aunque la bóveda se piedra fue hecha años después).
SU PRIMER SANTUARIO
A resultas de que estaba a punto de caerse el techo artesonado de la capilla ampliada, en 1653, tuvo que pensarse en un santuario con un espacio muy amplio para tantos peregrinos que aumentaban cada día. Y cosa nunca vista, el Señor Obispo Juan Ruiz Colmenero, en persona, vino de Sobrestante, 4 meses, para marcar y abrir los cimientos, en 1655. Y luego, con visitas frecuentes estuvo impulsado la “obra negra”, durante 4 años, de 1656 a 1659. La obra quedó completamente terminada en 1684. La Sagrada Imagen ya aparece en este templo en 1658. Prácticamente estuvo ahí alojada un siglo, pues, salió de ahí en 1769, quedando como el templo de la primera parroquia de San Juan de los Lagos, nombrada como Parroquia de San Juan Bautista.
EL SANTUARIO
El actual santuario donde está regiamente entronizada Nuestra Señora de San Juan, es una joya singular del barroco tardío y del neoclásico entrante. Prácticamente fue terminado en 37 años, de 1732 a 1769, aunque las torres fueron rematadas hasta 1790.
Quien dirigió la obra fue el Alarife Juan Rodríguez, siguiendo en su planta al templo de San Francisco, ubicado en el centro de la Ciudad de México.
El primer retablo fue barroco, obra de os célebres Retablistas D. Francisco de Ureña y D. Juan García, prácticamente terminado en 1769. En 1830, un nuevo retablo fue instalado. El diseñador fue el afamado arquitecto D. Eduardo Tres Guerras quien lo hizo neoclásico. En 1925. para darle mayor esplendor al templete de Nuestra Señora de San Juan, el Arzobispo Francisco Orozco y Jiménez encargó al marmolista italiano, Ponzaneli, esculpir el actual baldaquino que encierra al templete. Y trajo de Asís, de Santa Maria de los Ángeles, su Ciprés y Altar. El 30 de junio de 1949 fue declarado por el INAH Monumento Nacional Colonial.
CAMBIO DE VESTIDO A NUESTRA MADRE
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